Un seguro de vida te permite proteger a quienes más quieres si algo te pasa, como que fallezcas o tengas un accidente que no te permita seguir trabajando y apoyando a los tuyos. Si alguna de estas situaciones ocurre, el seguro entrega una cantidad de dinero, llamado monto asegurado, a los beneficiarios (AKA personas favoritas) que elijas. Este monto lo defines tú cuando contratas el seguro (¡palabra de seguro!). Pagando mensualmente una cantidad de dinero (esto se conoce como prima) bajo un contrato (la póliza del seguro), si te pasa algo y mueres, el monto por el que contrataste el seguro será pagado a las personas que tú elijas. Así funciona un seguro de vida.
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